Victoria de Alexis Konrad y Marta Álvarez en los 42km de la cuarta edición del Valle Argentino, homenaje a Alfonso Churrusca uniendo las localidades de Quehué y General Acha.
Por Emanuel Vega
Para más de un mortal, si les dijeran que existe una alta probabilidad de lluvias y vientos fuertes la elección de ir a correr o no, un domingo por la mañana una competencia atlética, sin dudas no se pondría en discusión por cual se volcarían. Pero aquellos que se hicieron presentes el domingo por la mañana en el complejo Luis Vitali tienen poco de comunes.
La cita era la 4º edición del Valle Argentino uniendo las localidades de Quehué y General Acha. ¿El objetivo? Participar, correr, disfrutar, ganarle a la vida, superar los límites y poner a prueba el umbral del dolor, esa aptitud que solo tienen aquellos que alguna vez se le animaron a este deporte.
Se me viene a la mente las palabras de Sergio Oveja Hernández, ex técnico de la selección de básquet en una entrevista a Leonardo Malgor, reconocido entrenador olímpico de atletas: “vemos como manejan el umbral del dolor, como llegan al punto límite de la lesión pero no se lesionan, como juegan con eso”. Y sí, después de lo que mis ojos observaron, había más para perder que para ganar.
La mañana inició tranquila, temperaturas bajas, viento moderado pero en aumento y con pronóstico de lluvias que iban a ir ganando intensidad con el correr de las horas, al menos eso indicaba el servicio meteorológico. Fueron más de 180 los atletas que de igual manera se hicieron presentes en la línea de largada para desandar los caminos que unían ambas localidades. Distancias de 5, 10, 21y 42 km, las opciones para formar parte del evento en plena pandemia de coronavirus.
A 30 minutos de que se baje la bandera a cuadros el agua se hizo presente de manera tenue y una vez iniciada la competencia les lavó la cara a estas más de 180 almas, como para que corriesen frescos, aunque siendo honestos hacía un frío que “rajaba la tierra”. Al menos así lo expresó el relator de la prueba, que olvidó llevar un abrigo y apostó a su corta edad para calentar su garganta y llevar las alternativas de la competencia.
En la distancia más corta las acciones se redujeron al andar de Maximiliano Rayo Muñoz, Walter Pelusa Villalva y Germán Altamirano entre los caballeros. Los dos primeros hicieron su diferencia y a falta de 3 kilómetros se perfilaron para gatillar la competencia. A 500 metros de la llegada y habiendo tirado toda la carne al asador, con un sprint final de por medio, el espectáculo se cerró. La victoria fue para el hijo del ladrillero, Maximiliano Muñoz, secundado por Villalba y Altamirano.
En damas, prevaleció la experiencia de Susana Trinak quien no tuvo mayores complicaciones para alzarse con la victoria. El podio lo completaron Soledad Altamirano y Julieta Cymadamore.
Los 10 km
Juan Soloppi de General Pico no sufrió imponderables e hizo su labor, pegando cuando tenía que pegar y sacando una diferencia de 30 segundos sobre Osvaldo Maidana, logró subirse a lo más alto del escalafón final. El podio lo completó Federico Braum.
En las damas, Pamela Araneo de Trenque Lauquen trabajó la prueba desde los primeros km y sin mediar imponderables mostró credenciales ganando la competencia, segunda fue Naomi Sueldo y tercera Paola Soto.
Media maratón
En la distancia de los 21km Alfredo El Galgo Aguirre se hizo el mejor regalo de cumpleaños y dejó bien en claro que “viejos” son los trapos, quedándose a sus 40 años con la clasificación general, por encima de Diego Suarez que ocupó el segundo lugar y de quien completo el podio, Marcos Gomez Kistner de Trenque Lauquen.
En damas prevaleció la atleta local Marina Schwemmer, quien superó a la santarroseña Verónica de la Nava y a Pilar Diez.
El plato fuerte
Si bien todas las distancias tuvieron la misma importancia, al menos para quien subscribe, los 42 km son palabra mayor. Es tanto el respeto que la recompensa pareciera a simple vista aun mayor: entiéndase que si usted fue capaz de calzarse unas zapatillas y salir a caminar o trotar, entonces usted ya ganó.
Sigo, no puedo dejar de pensar en las fibras musculares que se rompieron, en esos rostros de dolor, de sufrimiento, músculos entumecidos del frio, zapatillas y medias mojadas friccionando contra la calzada de la ruta provincial nº 18 primero y nº 9 después, ampollas marcando el sacrificio y cuerpos ladeados por el viento. Doy fe del dolor que se siente, no por haber corrido una maratón, pero si distancias menores. Ese es un título que aún me falta.
Diez guerreros y guerreras
Tan solo 8 hombres y 2 mujeres, los únicos en afrontar los 42km. Si bien los puestos de privilegio fueron para Alexis Konrad que coronó la carrera, cruzando la globa en 2h42m58 y Marta Álvarez con 3:28’05’’, todos alzaron la gloria por batallar frente a las condiciones adversas del clima que fue empeorando con el correr de las horas, azotando a los atletas con una lluvia torrencial, caminos de tierra difíciles de transitar, pero que no lograron hacer mella en la voluntad de los y las atletas que lograron llegar.
El podio en caballeros lo completó en segundo lugar Facundo Armani de 25 de Mayo y el santarroseño Carlos Orozco, en damas María Inés Casado.
Algunos correrán por hobby, otros por una promesa, están los que corren como un cable a tierra, los que buscan desconectarse del stress de la vida diaria. Aquellos que sufrieron un duro golpe y lograron sobreponerse y están aquellos, los otros, los que buscan ganarle al tiempo, ganarle a la vida…