Daniel Canuhé contó cómo vive su participación en el cuerpo técnico de la selección Argentina campeona de la Copa América en Estados Unidos.

El miembro del cuerpo de entrenadores de arqueros que lidera Martín Tocalli fue recibido en su Toay natal por el intendente Ariel Rojas, el director de Deportes, Alejandro Aguiriano y un nutrido grupo de vecinos y vecinas, ante quienes narró sus vivencias en un acto desarrollado en la Casa del Bicentenario.

-¿Cómo se dio tu llegada a la selección?
- A finales de 2022 me llegó un mensaje de (Martín, el jefe del cuerpo de entrenadores de arqueros) Tocalli. Sin verlo, le dije a mi viejo, ‘ya está, me voy a la selección’. Estábamos en la euforia del Mundial y la verdad es que me llegó más rápido de lo que yo pensaba, y fue todo muy rápido… Y encima, nos tocó ese primer partido (1-2 con Arabia) y … Pero lo mejor sucedió y ya vi el partido con Croacia en el predio de Ezeiza, porque no viajé a Qatar. Después arranqué y me tocó vivir viajes, eliminatorias, amistosos y ahora, la Copa América.

- Era un desafío para vos.
- Sí. Es algo intenso… Un día hice la cuenta y en esos 45 días tomamos 11 aviones, estuvimos en 6 ciudades, no sé en cuantos hoteles… Nosotros nos levantábamos temprano a editar videos, a armar los entrenamientos, a estudiar los rivales. Es una experiencia hermosa, que fue tan loca e intensa… Recién cuando salimos campeones me encontré solo en la cancha y pude pensar donde estaba. Tenemos que salir de ese asombro porque hay que llevar adelante un entrenamiento, somos pares que tenemos que trabajar para los jugadores.

- ¿Qué pensás cuando mirás y ves dónde estás?
- Uno se prepara para eso, pero la mente humana no llega a tanto. No pude visualizar esto de ganar una Copa América. Me guardo los valores que me inculcaron desde chico mis padres, mi hermano Cristian, que lo tuve en una edad complicada como la adolescencia y fue como mi segundo padre. Sabíamos para qué nos íbamos del pueblo, pero no pensé que iba a ser del otro lado. Mi hermano es un ejemplo de triunfar desde adentro de una cancha. Es difícil ver crecer a la gente que amás desde tan lejos…

- ¿Cómo vivió el cuerpo técnico la salida de Messi en la final?
- Yo no entro al banco de suplentes, así que todo lo que diga es lo que me puedo imaginar, porque cada uno lo vivió a su manera. Debe haber sido fuerte saber que el mejor del mundo está llorando en tu espalda pero el cuerpo técnico demostró total madurez para manejar esas situaciones. En ese nivel lo emocional es como que no tiene lugar, están pensando siempre en tomar decisiones para mejorar el juego.

- ¿Cómo es el Dibu Martínez?
- Es un profesional muy exigente. Da todo todos los entrenamientos y todo el tiempo quiere mejorar: atajó dos penales y quiere atajar los cinco, cerrar la serie él. Siempre está pensando en evolucionar. ¿Su “locura”?... Sí, pero es bastante inteligente, eh. Es impulsivo, obviamente, pero es muy profesional.

- ¿Qué sensaciones te quedaron con la recepción?
- De a poco me va cayendo la ficha, pero nada me hace entender más donde llegué que mi familia y mi pueblo. Cuando hablo y me lo transmiten es como que… de hecho cuando venía y estaba esto del reconocimiento pensaba, ¿es para tanto? Soy una persona que piensa, y con sinceridad, que este reconocimiento es para los maestros de la Escuela 5, los profesores de la EGB, cada persona que acompañó el proceso y que acompaña el proceso de cada chico que está en el pueblo para que sean mejores personas. Lo agradezco, es una caricia al corazón, pero es para las personas que cargaban las pelotas en el baúl cuando nos llevaban al Ceferino Namuncurá (la escuelita en la que se inició), nos educaban y nos enseñaban, y los sábados iban sin un sueldo a hacernos jugar… Si nos toca ser imagen… se puede triunfar dentro del futbol, como mi hermano Cristian o fuera, porque no todos llegan. Pero se puede: un chico de Toay tiene la posibilidad de estar con el mejor de la historia, con el arquero número uno del mundo, ser parte del equipo uno del mundo. Es algo valioso y a veces nos cuesta darnos valor. Se puede, el camino está.

- De Paul decía hace algunos días que es grande la presión de darle una alegría a la Argentina con la selección. ¿Lo percibiste a eso?
- Lo que estos chicos transmiten es que quieren ganar, siempre. No había duda, con una seguridad. Perciben el triunfo y la victoria y lo transmiten.

- En cuanto a tu trabajo en particular, ¿cómo se gestiona el día a día con el resto los arqueros?
- Mi laburo es acompañar a Tocalli con el aporte que le puedo dar para que tome decisiones. Gestionar es una de las virtudes que él tiene para hacerlos competir. Fue uno de los que le dio la chance a Emiliano, lo fue formando, dijo cuando era el momento para jugar en una selección mayor. Y vaya si fue el momento adecuado. Gestionar es hacerlos entrenar, y es más fácil cuando viene un arquero campeón del mundo consagrado. ¿O alguien tenía dudas de quién iba a atajar?.

Fotos: Prensa Municipalidad de Toay.